domingo, 31 de agosto de 2008

Ays...


Ays...


Llegó "la vuelta al cole". Esa que los grandes almacenes anuncian frotándose las manos. Esa que muchas madres llevan semanas esperando. Esa que los que tienen menos vacaciones que yo, envidiosos, me recuerdan desde hace días.


Esa que me apetece tan poquito...


¿Conocéis ese chiste...? Ese de la madre que está despertando a su hijo, obligándole a salir de la cama para ir al colegio, mientras él se niega y se esconde bajo las sábanas. Ella, aburrida y agotada su paciencia termina diciándole: "mira, tienes que ir por tres razones: porque ya eres muy mayor, porque es tu obligación y ¡¡porque eres el director!!"


Bueno, pues yo soy como ese director. Si hay algo que me gusta más que mi trabajo es ¡¡no tener que trabajar!! Y ahora se me acaba la buena vida, fin de las vacaciones :(


Y sí, como veis en mi retrato (me lo hizo Zaira, una dulzura de niña) estoy un poco triste. ¿Por qué? Pues no sólo por volver a trabajar. Que ya de por sí es una buena razón.

Sobre todo, porque voy a un colegio nuevo. Porque ya no voy a ver a Jorge y sus jaujillos, ni como le siguen saliendo pelitos en las piernas a Mohamed, ni como Ignacio sigue sorprendiéndome con sus razonamientos tan maduros y su generosidad... Porque tampoco voy a trabajar con mis compañeros (aunque sí voy a volver a verlos) que, después de cinco años, se han convertido en amigos.

Y, por último, porque el horizonte que me han pintado en mi nuevo colegio se ve un poco gris...


En fin. Mañana cuando me levante echaré mano de mi "optimismo descerebrado" y llegaré a mi nuevo cole sonriendo y dispuesta a pasarlo bien. ¡¡Seguro que tendrá algo que me guste!!

Y muy pronto, tendré un nuevo grupo de fierecillas del que hablaros.


¡¡Hasta entonces!!