- Maestla, hoy he encontrado un piojo. ¡Y lo he matado! -añade muy orgulloso.
- ¡Ay! -pienso yo- Estos niños a cualquier bicho lo confunden con un piojo... seguro que la víctima ha sido una pobre hormiga...
- ¿Y dónde estaba? -le pregunto.
- ¡Pues en mi cabeza! -y con su mirada parece añadir "¿dónde si no?".
Sí, era un piojo.
1 comentario:
Y si, donde va a estar?
Seguramente las relaciones humanas serían mas fáciles si todos hubiésemos conservado la candidez de la niñez.
Publicar un comentario