En esta ocasión preparé para enseñarles la postal de Melita, con el dragón (o salamandra) del Parque Güell. Pensé que les gustaría porque les haría pensar en los camaleones y por lo colorido de la obra.
Comencé proponiendo que adivinaran qué íbamos a ver esa tarde y Kevin respondió inmediatamente: "¡Una postal!".
"¿Cómo lo sabes?" le pregunté yo, y él respondió que porque llevaba un mapa en la mano.
Efectivamente: con las otras dos postales (la de Arianne y la de Luiseme) había utilizado un mapamundi para poder localizar Venezuela y el río Amazonas respectivamente. Pero en esta ocasión pensé que me sería más útil un mapa de España para tratar de encontrar Barcelona.
Como en las otras ocasiones, lo primero fue dejar que cogieran, tocaran y miraran la postal. Fue pasando de mano en mano mientras se sorprendían de ver que era "más larga" que las otras dos.
Kevin, siempre observador, comenzó a leer en la parte frontal: "An-to-ni..." pero yo le sugerí que lo dejara para después, cuando todos estuvieran intentando leer. Primero, teníamos que adivinar qué era ese animal que había en nuestra nueva postal
- ¡Un camaleón!
- No, porque no tiene la cola larga y enrollada
- Un dragón
- No, que no tira fuego por la boca.
- ¡Pero tira agua!
- ¿Ah, sí? -pregunté yo- ¿y que será, si tira agua?
- ¡Una fuente! - gritaron varios a la vez.
- ¿Y dónde puede estar esa fuente? - volví a preguntar
- ¡¡En una barandilla!! -dijo David. Parece mentira, pero David, cuando consigue estarse quieto, se fija mucho en las cosas. Y, efectivamente, el "animalito" parecía estar situado en una barandilla
Seguí intentando que situaran la "fuente". Quería que llegaran a la conclusión de que estaba en un parque, para que luego, al encontrar la palabra "parque" en el texto de Amelia lo relacionaran con sus conclusiones previas. Pero no fue fácil:
- A ver, ¿la fuente puede estar dentro de una casa? ¿en una cocina o en una habitación?
- ¡¡Nooooo!! -al menos eso lo tenían claro
- Entonces ¿dónde?
- ¡¡En la calle!!
Lo cierto es que esta conversación fue un poco difícil porque fue interrumpida tres veces: por la directora, que vino a hablarme de un tema muy poco agradable relacionado con uno de mis alumnos , una llamada telefónica que tuve que hacer a una madre, porque una de mis niñas se estaba poniendo enferma y, por último, la entrada de esa madre en mi clase para recoger y llevarse a esa niña... Pero finalmente llegaron a la conclusión de que esa fuente podía estar en una calle con árboles (habían descubierto las hojas que se ven en la postal) o en un parque. Así que, una vez "identificada" la imagen llegó el momento de sentarnos en la alfombra para ver y tratar de leer el texto.
Esta vez estaban todavía más ansiosos por encontrar palabras. Incluso Toni, que la última vez casi no mostró interés por participar, levantaba la mano intentando leer alguna.
Mientras buscábamos palabras o frases que leer, me di cuenta que estaban convencidos que la postal nos la había enviado un chico: ¿por qué?
- Por que pone "Antoni", y "Antoni" es nombre de chico- respondió en seguida Kevin, que todavía recordaba lo que había intentado leer mientras observaba la imagen.
- Pero ese no es el nombre de la persona que nos ha enviado la postal. ¿Donde está el nombre de la persona que la envía?
Varios deditos señalaron la parte inferior de la postal y Feli, que casi nunca lee nada, se lanzó a intentarlo: "Me-li-ta". Entre todos pensamos que ese era un nombre de chica, y volvimos al resto del texto.
Fran, que todavía no es muy experto en la lectura, se atrevió con la palabra "empresario" pero tuvimos que ayudarle a terminar de leerla.
- ¿Sabéis qué es un empresario?
- Sí, una casa muy grande.
- No, eso es un edificio.
- Pues entonces no lo sabemos.
Traté de explicarlo de la forma más sencilla posible. Sencilla, y que se adaptara a la idea que se intentaba transmitir en la postal: la de Güell, que hizo construir ese parque y muchas otras cosas.
- Es una persona que quiere hacer algo, por ejemplo un edificio, y busca a otras personas para que lo hagan.
- ¡Pues vaya cara más dura! -gritó Kevin, que casi no sabe hablar sin gritar- ¡Que lo haga él!
- Es que él solo no puede, por eso busca a otras personas y les paga dinero por hacerlo...
Eso les pareció un poco más justo, pero siguieron pensando que un "empresario" es una persona con mucha cara...
Pero yo aproveché este pequeño debate sobre los empresarios para preguntarles: "¿Sabéis a quién le pidió Güell que "hiciera" este parque?"
Por supuesto, no tenían ni idea, pero cogí de nuevo la postal y le pedí a Kevin que terminara de leer ese nombre que ya había llamado su atención antes: Antoni Gaudí.
Les conté que Gaudí hacía casas muy bonitas, que se las imaginaba, las dibujaba y luego las construían, y que había hecho lo mismo con el parque.
Repetimos varias veces el nombre, para tratar de recordarlo, y les sugerí que cuando llegaran a sus casas buscaran a Gaudí con sus padres en internet, para ver algunas de las cosas que había construido.
Poco después, a la hora de irnos a casa, al jugar al ahorcado (jugamos muy a menudo) usé el nombre de "Gaudí" como una de las palabras a adivinar, para ayudarles a seguir recordándolo.
Terminada ya la lectura del texto, desplegué en la pizarra el mapa de España, recordamos dónde está la Comunidad Valenciana y buscamos Barcelona. Necesitaron algunas pistas: está cerca del mar, está en Cataluña... pero al final la encontraron
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