miércoles, 8 de junio de 2005

Os cuento que el otro día nació el hermanito de Lina, la niña más pequeña de mi clase. El día que nació, Lina salió a la pizarra para aprender a escribir el nombre que tendrá su hermanito (Héctor) y después lo dibujó en un papel para regalárselo a su mamá. Una semana después la madre apareció por el colegio con el bebé, y todos los niños se morían de ganas de verlo. Era muy gracioso ver como Lina les decía a sus compañeros "no os amontonéis, poneros en fila, de uno en uno..." jejejejejjejeje.
Pero hoy es la mamá de Santi la que está en el hospital. Heidi ha dicho que es "para que le saquen a su hermanita de la barriga", pero él me ha aclarado que no. Resulta que, según la explicación que él mismo me ha dado, "su hermanita -la que todavía está en la barriguita de la mamá- le ha dado una patada a la mamá y le ha roto la bolsa. Y ahora, cuando la mamá sube las escaleras se le cae el agua. Por eso está en el hospital"... Espero que no sea nada grave y que, tanto la mamá como la hermanita, estén pronto en el cole de visita como el pequeño Héctor.

Maestla

lunes, 6 de junio de 2005

Una "visita" y un cambio de imagen

Hace unos días, tuve una visita inesperada en el colegio: Veréis, era la hora del patio, y Paco "Fuerte" estaba jugando cerca de mí. Vi que tenía algo extraño en la cabeza, y me acerqué para mirar. De lejos parecía una piedrecita, o un trozo de una hoja del árbol, y alargué mi mano para retirarla. En el mismo momento en que lo toqué descubrí que estaba equivocada. Por el color, la textura, y lo fresquito que estaba no me cupo duda: era un moco... puajjjj... Pero en ese mismo momento descubrí otra cosa: Yo no era la única que me había acercado, intrigada, a ver lo que Paco tenía en la cabeza: un piojo miraba hacia arriba, con la misma curiosidad que yo, mientras lo retiraba de su pelo y trataba de despegarlo de mis dedos, jejejejejjeje. A la hora de la salida, naturalmente, avisé a la mamá de Paco. Al día siguiente, el niño llegó a clase con la cabeza afeitada. Ni un solo pelito. "Ahora ya no tiene piojos" me dijo su madre satisfecha. Naturalmente, causó mucha curiosidad entre los demás niños, y en clase se abrió un acalorado debate sobre si Paco estaba calvo o no, y si tenía "pocos pelitos" o muchos pero muy cortos, jajajajajjaja. Tuve que terminar dibujando en la pizarra las diferentes versiones (Paco calvo, Paco con la cabeza afeitada, Paco con el pelo normal) para que comprendieran la diferencia. Además, tuve que pasarme un par de días mandando a los niños que dejaran de tocarle la cabeza. Su curiosidad era superior a sus fuerzas y, en cuanto me descuidaba, se levantaban de su sitio para pasarle la mano por encima... si había suerte. Porque otros niños, como Alex, expresaban su curiosidad de otra manera: al final de la tarde Paco, atormentado, me dijo "díle a Alex que deje de hacer eso...". "eso" era agarrar los pelitos que asomaban y estirar con fuerza de ellos... supongo que trataba de ayudarlos a crecer, jejejejejejej.

El caso es que parece que ha creado moda, y desde entonces son unos cuantos más los niños que se han cortado el pelo casi al cero. El último ha sido Mohamed. Ayer llegó tan cambiado que le reconocí por la mochila, y una vez dentro de clase no tenía muy claro si era él o no... ¡¡si hasta parecía más alto!! jajajajajajaja.

Maestla