jueves, 25 de abril de 2013

Lluvia

El día que nos íbamos de excursión al Jardín Botánico llovía. En realidad, parecía un "remake" del diluvio universal. Por supuesto, tuvimos que cancelar la salida y esperar a que volviera a salir el sol.

La semana que pensábamos visitar la  biblioteca comenzó lluviosa. Para evitar mojarnos por el camino tuvimos que aplazarla una semana.

La visita al Museo de Bellas Artes también fue pasada por agua. Afortunadamente, no tuvimos que cambiar nuestra agenda: se trataba de un recinto cerrado y el camino lo haríamos en autobús.

Hoy, después de unos días casi veraniegos, con sol y calor, ha llovido. 
Las primeras palabras de Toni al entrar en clase han sido:
- Maestla, ¿nos vamos de excursión?

viernes, 19 de abril de 2013

Reino Unido


Nueva postal y nuevo éxito. 
En esta ocasión, he elegido una de las muchas postales que nos ha enviado Gabriela, una en la que se ve el mapa del Reino Unido. No tenemos mucho tiempo y no podemos dedicarle la tarde entera -tenemos una "obra de arte" entre manos que queremos acabar pronto, pero aún así he podido divertirme escuchando algunas de las ocurrencias de mis niños. 

El principio es el de siempre: los niños ven la imagen de la postal y comienzan a imaginar, a tratar de adivinar, a suponer... 

- ¡Es el mundo!
- Pero, ¿todo el mundo, o sólo un trocito?
- ¡¡Un trocito!!
- ¿Os parece que es España?
- Nooooo
- No es España, es Madrid. 
- ¿Tú crees? Madrid está en España, así que no creo que esto pueda ser Madrid...
- ¿Esta postal nos la ha enviado un amigo tuyo, o una amiga? - Pregunta Judith.
- Una amiga - le aclaro yo. 
- Entonces, seguro que nos manda un mapa porque es donde vive ella. 
- ¡Yo veo un barco! - dice Fran fijándose en el pequeño dibujo. 
- Y ¿por qué habrá un barco?
- ¡Porque ha enviado la postal desde un barco!
- ¡Porque la postal nos la ha traído el cartero en un barco!
- ¡Porque hay agua alrededor!
Les digo que estoy de acuerdo con la explicación de Kevin, que probablemente han dibujado el barco para que sepamos que "todo eso azul" que hay alrededor del lugar que estamos observando es agua. 
- Es que es una isla. - Sigue explicando él. 
- ¿Sí? ¿Y qué es una isla? - le pregunto yo. 
- Es... - él se para, piensa, y Toni aprovecha su momento de duda para meter baza:
- Es un sitio donde hay palmeras y cocos. 
- ¿Y no hay nada más? - les hago pensar. 
- Sí: gorilas.
Les pregunto si en las islas puede haber cosas como casas y ellos asienten con la cabeza. Pero cuando quiero saber si también puede haber coches, carreteras, trenes, aeropuertos, tiendas... se escandalizan y, entre risas, me dicen que no. Sólo Kevin duda y dice que cree que sí. 

Después de toda esta conversación ha llegado el momento de leer. Coloco en la pizarra la fotocopia ampliada del texto y ellos comienzan a levantar sus manitas, impacientes por leer algo. Los que en la primera postal eran capaces de leer palabras, ya leen frases enteras. Los que al principio no podían, ya se atreven con alguna palabra. Pero todos, todos, tienen ganas de participar y miran las letras con interés. 

- ¡¡Está rayada!! -exclama Judith horrorizada, pero no es así: en realidad la postal tiene una marca de agua con la silueta de una de las  torres más conocidos del Reino Unido. 
- ¡Es el Big Ben! ¡Es el Big Ben! ¡Es el Big Ben! - repite incansable David, que quiere asegurarse de que lo he oído y de que ha sido el primero en decirlo. La verdad es que me sorprende que lo haya reconocido, pero él me aclara que lo ha visto en "Phineas y Ferb" y que sabe que es un reloj "muy especial".

Judith sigue preguntando quién ha enviado la postal: 
- ¿Cómo se llama tu amiga?
- Ya lo leeremos, no te preocupes.
- Aquí pone "Reino Unido" -lee Betty. 
- ¿Qué es un reino? -pregunta alguien. Yo trato de explicarlo de la forma más sencilla posible y digo que es un lugar en el que manda un rey. 
- ¿Ese viejo que mata elefantes? - pregunta Kevin. 
Le respondo que no, tratando de no reírme, y les aclaro que, en realidad, en el Reino Unido quien "manda" es una reina. 
- ¿Y es ella tu amiga, la que nos ha enviado la postal? -pregunta Judith, que sigue muy interesada con ese tema. 
- No, la reina no es mi amiga, pero aquí podéis ver su nombre.
Les resulta un poco difícil, pero consiguen leerlo, así como el resto de la postal. Descubren, gracias a la explicación de Gabriela, que una isla es un trozo de tierra rodeado de agua y yo añado que pueden ser pequeñas y tener sólo palmeras, pero también pueden ser grandes y tener calles, trenes, y hasta el Big Ben. 

Tres en una


Esta semana el cartero "ha venido" a mi clase en miércoles. Y ha traído tres postales  
Efectivamente, cuando me programé la semana decidí que el miércoles era un buen día (no quiero que se acostumbren a recibirlas siempre el mismo día) y que podría enseñarles juntas las postales de Isabel, Miguel (dos de los hijos de Juanma) y David (un amiguito de ellos). La razón era simplemente organizativa: tanto Miguel como Isabel solicitaban una postal para sus respectivas clases del colegio y lo ideal era escribir a las dos clases al mismo tiempo para que las recibieran más o menos a a vez.

Como siempre, lo primero ha sido verlas: las tres postales han ido rodando por las mesas y los más impacientes no podían esperar y las giraban para intentar leer algunas palabras. 
Una vez vistas, las he colgado en la pizarra y las he numerado. En esta ocasión haríamos algo diferente: cada niño tenía que decir una cosa que hubiera visto en una de las postales y los demás tendrían que adivinar en cuál de ellas estaba. 
Como a veces tengo buena suerte, la primera voluntaria ha dicho que había visto letras en una de las fotos. Hemos visto que era el nombre del lugar y, como la tipografía era un poco difícil de entender para ellos, he escrito de nuevo el nombre y después de unos cuantos intentos han conseguido leerlo. Hemos hecho lo mismo con la otra postal que tenía un rótulo delante y, después, David ha descubierto que también la postal de Zaragoza tenía letras: en una señal de tráfico. 

Leer el rótulo de las postales ha tenido algo bueno: en ocasiones, en lugar de leer "adivinan" las palabras. Pero cuando tienen que leer una palabra desconocida -como eran los nombres que aparecían aquí- puedo estar segura de que están leyendo de verdad. 

Durante un rato hemos seguido jugando a encontrar cosas en las postales: una araña, una piedra, una estatua, una iglesia... y luego nos hemos preguntado algunas cosas: ¿Qué eran esas rayas rojas que aparecían en la postal de Zaragoza?
- ¡Es lava! - ha dicho Judith emocionada.
- No, no es lava -decían Daniella y Nuria. 
- ¿Por qué sabéis que no es lava? -les he preguntado yo. 
- Porque la lava es naranja...
- No, es fuego -ha interrumpido Fran. 
- Pero fuego ¿en una carretera? -he preguntado yo- Porque hemos visto que había una señal de tráfico, así que es una carretera...
- Será que un malo ha puesto fuego...
- Y si es fuego, ¿dónde está el humo? -les he hecho pensar.
- Ah... pues es verdad...

Recordando que era una carretera les he preguntado si habían visto alguna vez un coche de noche y de qué color tienen los coches las luces por delante y por detrás. En seguida han entendido la idea y han gritado que eran coches. 
Entonces les he explicado muy. muy sencillamente cómo funciona una máquina de fotos y por qué las luces parecían rayas. 

Después nos hemos fijado en la postal que tenía un dolmen. Les he preguntado si pensaban que las piedras siempre habían estado así o si alguien las habría colocado. Han estado de acuerdo en que alguien las habría colocado así, pero el debate ha venido a la hora de decidir quién habría sido:
- Fue Dios, cuando estaba vivo -ha dicho Nuria. 
- No, no fue Dios. 
- Entonces, ha sido el hermano de Dios. 
- No, tampoco ha sido el hermano de Dios.
- Pues sería un oso.
- Me parece que no...
- ¿Las puso el señor que hace las casas raras? (David se refería a Gaudí, del que habíamos hablado al ver la postal de Melita)
- No, las pusieron mucho antes.
- ¿Fue Van Gogh? (desde que el año pasado hicimos un proyecto en clase sobre Van Gogh, cualquier cosa ligeramente artística que vemos creen que la hizo él.)
- No, fue mucho antes de Van Gogh.
- ¿Fue un dinosaurio?
- No, no hace tanto tiempo. Además, yo creo que los dinosaurios no tenían manos como nosotros para hacer este tipo de cosas...
- Bueno, pero eran muy fuertes y podían hacerlas dando patada a las piedras. 
- ¿Fueron los vikingos? 
La suposición de Judith fue la que más se acercó, así que detuve las preguntas y les hablé -también de forma muy resumida- de los hombres prehistóricos. Dibujé uno en la pizarra, les conté que no escribían (¿Por qué? Porque todavía no habían inventado las letras) y les hablé de lo que sí inventaron: de las armas hechas con piedras para cazar animales, del fuego que era muy importante...

¡Siguiente paso! Intentar leer los textos. En esta ocasión ha sido más difícil porque estaban escritas en minúsculas. Aún así, han conseguido leer palabras e incluso alguna frase. Les ha gustado saber que Miguel e Isabel son hermanos ("por eso han puesto los sellos iguales" -ha supuesto Judith, que es muy observadora) y que David es su amigo. También les ha gustado saber que tienen la misma edad que el hermano de Laia y que quieren recibir una postal nuestra.
Hemos estado hablando y hemos pensado que, ya que van a dos clases diferentes, enviaríamos dos postales: una para cada clase. 
Y que, como aquí celebramos las fallas, pero en Zaragoza no, les enviaríamos postales en las que pudieran verlas. 
Luego hemos consensuado el texto y lo han escrito un poco entre todos. 



Dragones de colores

En esta ocasión preparé para enseñarles la postal de Melita, con el dragón (o salamandra) del Parque Güell. Pensé que les gustaría porque les haría pensar en los camaleones y por lo colorido de la obra. 
Comencé proponiendo que adivinaran qué íbamos a ver esa tarde y Kevin respondió inmediatamente: "¡Una postal!". 
"¿Cómo lo sabes?" le pregunté yo, y él respondió que porque llevaba un mapa en la mano. 

Efectivamente: con las otras dos postales (la de Arianne y la de Luiseme) había utilizado un mapamundi para poder localizar Venezuela y el río Amazonas respectivamente. Pero en esta ocasión pensé que me sería más útil un mapa de España para tratar de encontrar Barcelona.

Como en las otras ocasiones, lo primero fue dejar que cogieran, tocaran y miraran la postal. Fue pasando de mano en mano mientras se sorprendían de ver que era "más larga" que las otras dos. 
Kevin, siempre observador, comenzó a leer en la parte frontal: "An-to-ni..." pero yo le sugerí que lo dejara para después, cuando todos estuvieran intentando leer. Primero, teníamos que adivinar qué era ese animal que había en nuestra nueva postal :)

- ¡Un camaleón!
- No, porque no tiene la cola larga y enrollada
- Un dragón
- No, que no tira fuego por la boca.
- ¡Pero tira agua!
- ¿Ah, sí? -pregunté yo- ¿y que será, si tira agua?
- ¡Una fuente! - gritaron varios a la vez. 
- ¿Y dónde puede estar esa fuente? - volví a preguntar
- ¡¡En una barandilla!! -dijo David. Parece mentira, pero David, cuando consigue estarse quieto, se fija mucho en las cosas. Y, efectivamente, el "animalito" parecía estar situado en una barandilla :)
Seguí intentando que situaran la "fuente". Quería que llegaran a la conclusión de que estaba en un parque, para que luego, al encontrar la palabra "parque" en el texto de Amelia lo relacionaran con sus conclusiones previas. Pero no fue fácil: 
- A ver, ¿la fuente puede estar dentro de una casa? ¿en una cocina o en una habitación?
- ¡¡Nooooo!! -al menos eso lo tenían claro :) 
- Entonces ¿dónde?
- ¡¡En la calle!!

Lo cierto es que esta conversación fue un poco difícil porque fue interrumpida tres veces: por la directora, que vino a hablarme de un tema muy poco agradable relacionado con uno de mis alumnos :( , una llamada telefónica que tuve que hacer a una madre, porque una de mis niñas se estaba poniendo enferma y, por último, la entrada de esa madre en mi clase para recoger y llevarse a esa niña... Pero finalmente llegaron a la conclusión de que esa fuente podía estar en una calle con árboles (habían descubierto las hojas que se ven en la postal) o en un parque. Así que, una vez "identificada" la imagen llegó el momento de sentarnos en la alfombra para ver y tratar de leer el texto.

Esta vez estaban todavía más ansiosos por encontrar palabras. Incluso Toni, que la última vez casi no mostró interés por participar, levantaba la mano intentando leer alguna. 

Mientras buscábamos palabras o frases que leer, me di cuenta que estaban convencidos que la postal nos la había enviado un chico: ¿por qué?

- Por que pone "Antoni", y "Antoni" es nombre de chico- respondió en seguida Kevin, que todavía recordaba lo que había intentado leer mientras observaba la imagen. 
- Pero ese no es el nombre de la persona que nos ha enviado la postal. ¿Donde está el nombre de la persona que la envía?

Varios deditos señalaron la parte inferior de la postal y Feli, que casi nunca lee nada, se lanzó a intentarlo: "Me-li-ta". Entre todos pensamos que ese era un nombre de chica, y volvimos al resto del texto.

Fran, que todavía no es muy experto en la lectura, se atrevió con la palabra "empresario" pero tuvimos que ayudarle a terminar de leerla. 

- ¿Sabéis qué es un empresario?
- Sí, una casa muy grande.
- No, eso es un edificio.
- Pues entonces no lo sabemos. 

Traté de explicarlo de la forma más sencilla posible. Sencilla, y que se adaptara a la idea que se intentaba transmitir en la postal: la de Güell, que hizo construir ese parque y muchas otras cosas. 

- Es una persona que quiere hacer algo, por ejemplo un edificio, y busca a otras personas para que lo hagan. 
- ¡Pues vaya cara más dura! -gritó Kevin, que casi no sabe hablar sin gritar- ¡Que lo haga él!
- Es que él solo no puede, por eso busca a otras personas y les paga dinero por hacerlo... 
Eso les pareció un poco más justo, pero siguieron pensando que un "empresario" es una persona con mucha cara...

Pero yo aproveché este pequeño debate sobre los empresarios para preguntarles: "¿Sabéis a quién le pidió Güell que "hiciera" este parque?"
Por supuesto, no tenían ni idea, pero cogí de nuevo la postal y le pedí a Kevin que terminara de leer ese nombre que ya había llamado su atención antes: Antoni Gaudí. 
Les conté que Gaudí hacía casas muy bonitas, que se las imaginaba, las dibujaba y luego las construían, y que había hecho lo mismo con el parque. 
Repetimos varias veces el nombre, para tratar de recordarlo, y les sugerí que cuando llegaran a sus casas buscaran a Gaudí con sus padres en internet, para ver algunas de las cosas que había construido.
Poco después, a la hora de irnos a casa, al jugar al ahorcado (jugamos muy a menudo) usé el nombre de "Gaudí" como una de las palabras a adivinar, para ayudarles a seguir recordándolo. 

Terminada ya la lectura del texto, desplegué en la pizarra el mapa de España, recordamos dónde está la Comunidad Valenciana y buscamos Barcelona. Necesitaron algunas pistas: está cerca del mar, está en Cataluña... pero al final la encontraron :)